Fue Swami Satynanda Saravasti junto a su maestro Swami Sivananda quienes estudiaron las escrituras tántricas y crearon un sistema de relajación profunda situada entre la vigilia y el sueño: el Yoga Nidra (sueño consciente).
Es este un poderoso método para provocar una transformación interna. En él se accede a las dimensiones más profundas del subconsciente e inconsciente. Se reprograma y se purifica la mente de contenidos indeseables como bloqueos o traumas.
Se consigue acceder progresivamente desde las ondas cerebrales beta y alpha y alcanzar los estados más profundos en las ondas theta y delta. De esta forma, la vida se vuelve menos reactiva y se llega a la posibilidad de disolver bloqueos, nudos o tensiones muy sutiles latentes a un nivel muy profundo y que pueden manifestarse a un nivel físico con dolor, rigidez o enfermedades. A nivel emocional se podrían vivenciar a través de dolor emocional, depresión o ansiedad. A nivel mental se puede traducir en pensamiento negativo, trastorno y enfermedad mental.
Quien lo practica, se tumba en el suelo, y al seguir unas instrucciones sencillas, experimentará la capacidad de permanecer plenamente consciente. Miientras produce ondas cerebrales delta y vivencia el dormir sin sueños. El resultado es el objetivo final del Yoga Nidra: el estado superconsciente, verificado por la ciencia desde el año 1997 como una realidad fisiológica y no solo mítica. Al acceder a esos bloqueos sutiles y profundos podemos disolverlos e instalar en su lugar semillas positivas, a través de afirmaciones cortas y eficaces llamadas sankalpas.
Una sesión de Yoga Nidra equivaldrá a cuatro horas de un sueño reparador y sus beneficios se podrán percibir a nivel físico, mental, psíquico y emocional. Si logramos adentrarnos en nosotros mismos, allí donde nunca hemos estado despiertos, podremos reconducir nuestro destino y vivir una vida más plena.
Texto: Natalia Fernández
Fotografía: Diego Speroni