El concepto de arquetipo fue introducido por Carl Jung en la psicología como un patrón de conducta y de existencia preexistente o latente que se encuentra en el inconsciente colectivo. Los diferentes arquetipos evocarían imágenes y tocarían temas universales al formar parte de la herencia humana. Estos patrones se pueden describir como dioses y diosas que representan diferentes cualidades de la psique. Poderosas predisposiciones existentes en nuestro interior que influyen en nuestra personalidad, en el trabajo, en las relaciones sociales, etc.
Los dioses como arquetipos existen en forma de patrones, reconocidos o no, que rigen las emociones y la conducta. Cuando parece que algo no funciona en nuestra vida podemos entender un poco mejor la situación en la que nos encontramos al ser conscientes de las discrepancias entre los arquetipos que hay en nuestro interior y en nuestra forma de vida. Cuando representas un papel conectado con un arquetipo que está activo en ti, se genera una energía. El trabajo es solo una fuente de satisfacción cuando coincide con tu naturaleza y talento arquetípicos.
Así como en la mitología están descritas todas las emociones humanas, en cada persona coexisten todos los dioses aunque solo algunos están activados. Hay dioses que predominan en nosotros desde que nacemos, como un rasgo fundamental de nuestra personalidad; otros se activan en determinados momentos y dependen de otras personas o de acontecimientos externos.
El panteón de las deidades griegas existe íntegramente en nuestro interior en forma de arquetipos, aunque en general los dioses sean los determinantes más fuertes y con más influencia en la personalidad del hombre y las diosas en la de la mujer. Conocer a los dioses se constituye como una fuente de poder personal y puede aumentar el conocimiento y la aceptación de uno/a mismo/a. Cuando interpretamos un mito o captamos su significado descubrimos el origen de un comportamiento de nuestro carácter o el de alguien conocido.
Tomar la mejor opción en cada momento de nuestra vida puede estar favorecido por nuestro conocimiento de los dioses que actúan en nosotros mismos y de los arquetipos que marcan nuestra personalidad. Los trabajamos en este taller para conocer mejor nuestro comportamiento y nuestras maneras de enfrentarnos a cada situación en la vida para llevar una existencia con mayor consciencia y menor sufrimiento.
Texto y fotografía: Chus de Castro.